Testimonios de Luz
Conocer la vida de los santos es como asomarse a la historia de personas reales que, a pesar de sus fallos y dificultades, lograron vivir con un propósito profundo y auténtico. Sus historias nos enseñan que la santidad no es algo lejano o imposible, sino un camino que se recorre día a día, con pequeñas decisiones y grandes gestos de amor. Al aprender de ellos, encontramos inspiración para ser mejores, para superar nuestras propias pruebas y para vivir nuestra fe de una manera más sincera y comprometida. Nos recuerdan que cualquiera de nosotros, desde nuestras propias circunstancias, puede hacer la diferencia y dejar un impacto positivo en el mundo.